Uno de los métodos más antiguos para conservar frutas es el secado. Esto se logra al disminuir el contenido de agua del producto.
Un buen secador solar puede realizar la operación de secado de 3 a 10 días. Si bien es más lento que el secado comercial, presenta la ventaja de mantener de mejor manera las cualidades organolépticas del alimento (retiene mejor los colores, aromas y sabores originales) al realizarse a temperaturas más bajas, las que no sobrepasan los 65ºC.
miércoles, 24 de marzo de 2010
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